Download Harry Potter y el caliz de fuego by J. K. Rowling PDF
By J. K. Rowling
A sus catorce anos, Harry desea ser un joven mago como los demas, dedicarse a aprender nuevos sortilegios y asistir a los Mundiales de quidditch. Pero, al llegar al colegio, se vera obligado a enfrentarse a los desafios mas temibles de su vida. Tendra que demostrar que ya no es un nino y que esta preparado para vivir las nuevas experiencias que el futuro le depara. / Harry is halfway via his education as a wizard. He desires to learn about the mysterious occasion that is alleged to occur at Hogwarts this yr, an occasion regarding different rival faculties of magic, and a contest that hasn't occurred for 100 years.
Read Online or Download Harry Potter y el caliz de fuego PDF
Similar libros en espanol books
Barcelona. 1990. Plaza y Janés. 21x15. 571p.
- HISTORIA DE LA FILOSOFIA
- Algebra superior
- La mujer rota
- Qué haría Maquiavelo
- Sables y utopías. Visiones de América Latina
Additional info for Harry Potter y el caliz de fuego
Example text
Dijo Hermione—. Yo compraré unos programas... Con los bolsillos considerablemente menos abultados, regresaron a las tiendas. Bill, Charlie y Ginny llevaban también escarapelas verdes, y el señor Weasley tenía una bandera de Irlanda. Fred y George no habían comprado nada porque le habían entregado todo el dinero a Bagman. Y entonces se oyó el sonido profundo y retumbante de un gong al otro lado del bosque, y de inmediato se iluminaron entre los árboles unos faroles rojos y verdes, marcando el camino al estadio.
Se despidió—. Estaréis conmigo en la tribuna principal. ¡Yo seré el comentarista! —Saludó con la mano; Barty Crouch hizo un breve gesto con la cabeza, y tanto uno como otro se desaparecieron. —¿Qué va a pasar en Hogwarts, papá? —preguntó Fred de inmediato—. ¿A qué se referían? —No tardaréis en enteraros —contestó el señor Weasley, sonriendo. —Es información reservada, hasta que el ministro juzgue conveniente levantar el secreto —añadió Percy fríamente—. El señor Crouch ha hecho lo adecuado al no querer revelar nada.
Qué? —preguntó George, en un tono de inocencia que no engañó a nadie. —¿Qué tienes en el bolsillo? —¡Nada! —¡No me mientas! La señora Weasley apuntó con la varita al bolsillo de George y dijo: —¡Accio! Varios objetos pequeños de colores brillantes salieron zumbando del bolsillo de George, que en vano intentó agarrar algunos: se fueron todos volando hasta la mano extendida de la señora Weasley. —¡Os dijimos que los destruyerais! —exclamó, furiosa, la señora Weasley, sosteniendo en la mano lo que, sin lugar a dudas, eran más caramelos longuilinguos—.