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By Justo Serna, Anaclet Pons Pons
Libro que aborda el estudio de las diferentes escuelas y corrientes que en l. a. segunda mitad del siglo Xx han configurado esta disciplina, sin duda el dominio historiográfico más innovador y en el que se están produciendo los avances más destacados.
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Barcelona. 1990. Plaza y Janés. 21x15. 571p.
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El segundo aspecto ha sido la tarea de promoción de la cult'Jra francesa en e! extranjero. Y ello se ha logrado con distintos medios: la subvención de traducciones a otras lenguas, las becas de viaje y de intercarnbio de universitruios. :a implantación de distintos I i ·J ! 67 - ~ centros e instituciones en múltiples países, etcétera. A este conjunto ele iniciativas, que se desarrollan dentro y fuera de la República, sele ha denominado Élat culturel. en la difusión de sus valores, un patrimonio que se ve como herencia universal y en el que se inviene para obtener réditos materiales y simbólicos, relativos a su posición cultural y geopolítica en e!
En absoluto. Los reyes taumaturgos fue un libro que cuvo una buena acogida entre los colegas de profesión y que incluso fue celebrado efusivamente por alguno de ellos cuando apareci6. Sin embargo, el número de sus lectores no fue muy alto y quedó circunscrito ai âmbito de la disciplina. Ello pudo deberse á distintas razones. Entre otras, a la propia complejidad de sus contenldos, al tratamiento de las fuentes , al objeto mismo, tan raro, y, en fín, a la propia extensión material y cronológica dei volumen.
Nante de las protestas no es unívoco, no es e! preCJO del grano, por c1tar e! motivo al que se suele apelar. Más bien hav que referirse a los propios rituales religiosos. pues la mayoría d~ 6:2 I II. I estas acontecimientos públicos acababan en disturbíos, ya fuera una misa, una prédica y sobre todo cualquier manifcstación callejera, en particular las procesiones y las fiestas. De ese modo se comprende inejor el sentido que subyacía en esas charadas y motines, esto es, su relación con los valores que identificao a una comunidad, algo tan importante que, por eso mismo, a menudo su defensa se manifiesta de forma muy violenta, pero una violencia que, vista así, tiene menos que ver con lo patológico que con lo normal.